La presencia del recién nacido parece salvar
cualquier desavenencia, distrae a todo el mundo y crea, en cualquier estancia
donde se halle, un sentimiento de reverencia, de exagerada esperanza…
- - ¿Podremos celebrarlo así el año que viene? –pregunta Fénéon, revolviendo el último trago de brandy en la copa al tiempo que posa la mirada en Alissa y su nieto.
- - Estamos haciéndolo éste, y eso es lo que importa
–responde la señorita Ogilvy-. Un abuelo de verdad tendría que ser lo bastante
sabio para saberlo.