Somerset Maugham: El filo de la navaja






- Acabas de decir que sospechas lo que ha andado buscando durante todos estos años. ¿Qué has querido decir?

- Únicamente puedo adivinarlo, y bien fácil será que me equivoque. Pero creo que ha estado buscando una filosofía, acaso una religión, y una regla de vida que satisfaga su inteligencia y también su corazón.

Pensó Isabel unos instantes acerca de esto. Luego suspiró.

- ¿No te parece raro que un muchacho nacido en el campo, un muchacho de Marvin, en el estado de Illinois, tenga una idea así?

- No me parece más extraño que el hecho de que Luther Burbank, nacido en una granja de Massachusetts, descubriera la manera de cultivar una naranja sin pepitas, o que Henry Ford, venido al mundo en una alquería de Michigan, inventase el Tin Lizzie?

- Pero ésas son cosas prácticas las dos. Y de acuerdo con la tradición americana.

Me eché a reír.

- ¿Puede haber nada más práctico que aprender a vivir de la mejor manera posible?

Somerset Maugham: El filo de la navaja.