El
secreto y el regalo mayores de la vida es cuando se encuentran dos personas
semejantes. Esto ocurre raras veces, como si la naturaleza impidiese tal
armonía mediante todas sus fuerzas y tretas, quizás porque para la creación del
mundo y la renovación de la vida es necesaria la tensión que se forma entre las
personas que no cesan de buscarse, pero que tienen intenciones contrarias y
distintos ritmos vitales. Ya sabes, como la corriente alterna… ¡Cuánta
desesperanza, cuánta esperanza ciega se esconde detrás de tales diferencias!
Sándor Márai: El último encuentro.
Foto: Ayuntamiento de Estocolmo, Suecia © Juan Medina