W.H. Auden: Gracias, Niebla.

 






[...]

que nadie pueda escabullirse hasta donde
mi cosmos se ha contraído
en una antiquísima casa solariega
y cuatro Yoes, unidos por la amistad,
Jimmy, Tania, Sonia, Yo.

[...]

Dentro, los espacios específicos,
acogedores, se acomodan a
la reminiscencia y la lectura,
crucigramas, afinidades, diversión:
rehechos con una cena
suculenta y regalados con vino,
nos sentamos en un alegre círculo,
cada uno inconsciente de sí
mismo pero atento a los demás,
sacándole todo el partido, porque
pronto tendremos que reincorporarnos,
cuando los días indulgentes hayan pasado,
al mundo del trabajo y el dinero
procurando andarnos con sumo cuidado.

No habrá sol de verano que
desmantele la penumbra global
proyectada por la Prensa Diaria,
vomitando con prosa descuidada
los datos de obscenidad y violencia
que somos demasiado bobos para prevenir:
nuestra tierra es un triste lugar, pero durante este ínterin especial,
tan tranquila y al tiempo tan festiva,
Gracias, Gracias, Gracias, Niebla.