Señora Elvsted (en
voz baja, estrechándose contra Hedda): ¡Qué feliz soy, Hedda! ¡Figúrate!...
Eljert dice que yo he despertado en él el entusiasmo.
Hedda (mirándola
sonriente): ¿De veras dice eso?
Ejlert: ¡Y el valor con que actúa, señora Tesman!
Señora Elvsted: ¡Ay, Dios, valor yo!
Ejlert: Un enorme valor… cuando se trata del compañero.
Hedda: Valor, valor… ¡Quién lo tuviera!
Ejlert: ¿Qué cree usted que pasaría entonces?
Hedda: Entonces, a lo mejor una podría vivir la propia
vida.
Henrik Ibsen: Hedda Gabler.