Henrik Ibsen: Hedda Gabler

 





Señora Elvsted (en voz baja, estrechándose contra Hedda): ¡Qué feliz soy, Hedda! ¡Figúrate!... Eljert dice que yo he despertado en él el entusiasmo.

Hedda (mirándola sonriente): ¿De veras dice eso?

Ejlert: ¡Y el valor con que actúa, señora Tesman!

Señora Elvsted: ¡Ay, Dios, valor yo!

Ejlert: Un enorme valor… cuando se trata del compañero.

Hedda: Valor, valor… ¡Quién lo tuviera!

Ejlert: ¿Qué cree usted que pasaría entonces?

Hedda: Entonces, a lo mejor una podría vivir la propia vida.


Henrik Ibsen: Hedda Gabler.



Foto: San Telmo, Buenos Aires, Argentina  © Juan Medina