Stockmann: El mayor enemigo de la libertad y de la verdad es
la compacta mayoría. Esa maldita compacta mayoría liberal, ése es nuestro mayor
enemigo. ¡Ahora ya lo sabéis! (Gran escándalo. La mayoría grita, patalea y
silba. Algunos viejos cambian entre sí miradas de inteligencia y parecen
divertirse. La señora Stockmann parece llena de miedo...)
Thomsen: La presidencia espera del orador que retire sus
imprudentes palabras.
Stockmann: ¡Nunca, señor Thomsen! Pues, ¿quién si no la
mayoría es la que me roba mi libertad y la que quiere impedirme decir la
verdad?
Haustad: ¡La mayoría tiene siempre razón!
Billing: ¡Sí, siempre tiene razón!
Stockmann: Y yo os digo que la mayoría no tiene nunca razón.
Ésa es una de las mentiras convencionales corrientes, contra las que tiene que
declararse todo hombre pensador y libre. ¿Quién forma la mayoría de los
habitantes de un país, los avisados o los tontos? Yo creo que todos estaréis
conformes en que los tontos dominan en enorme mayoría por toda la inmensidad de
la tierra. Pero no puede ser de ningún modo lo justo que los tontos dominen a
los inteligentes. (Escándalo y protestas.) Sí, sí; podéis acallarme a gritos,
pero no contestarme. La mayoría tiene el poder… desgraciadamente… pero no tiene
la razón.
Haustad: ¡Ajá! El doctor Stockmann se ha vuelto aristócrata
desde anteayer… Yo no aspiro a distinción de ningún género. Yo desciendo de
sencillos campesinos y me siento orgulloso de estar tan enraizado en el pueblo,
a quien aquí tan malamente se trata.
Stockmann: El pueblo del que yo aquí hablo no está sólo en
las profundidades: se agita, se desliza y se arrastra en derredor nuestro hasta
las capas más altas de la sociedad. Ved si no a nuestro elegante alcalde, mi
hermano Hans. Pertenece tanto como otro cualquiera, al montón (Risas y
protestas.)
Alcalde: Protesto contra semejantes ataques personales.
Stockmann: Pero no porque, lo mismo que yo, descienda de un
antiguo pirata de la Pomerania o por allí cerca, porque de él descendemos
nosotros los Stockmann…
Alcalde: Es una fábula ridícula. ¡Protesto!
Stockmann: … sino porque piensa con los pensamientos de sus
superiores. Y quien hace eso pertenece espiritualmente a la plebe: he ahí por
qué es en el fondo tan poco distinguido mi imponente hermano Hans y, por
consiguiente, tan poco liberal.
Henrik Ibsen: Un enemigo del pueblo.