Lawrence Durrell: La celda de Próspero

 





En algún lugar entre Calabria y Corfú el azul empieza de verdad… Adviertes no tanto un paisaje que sale a recibirte, invisible, por encima de esas millas azules de agua, sino más bien un clima. Entras en Grecia como se entraría en un cristal oscuro; la forma de las cosas se hace irregular, se refracta. Los espejismos, de pronto, se tragan islas y, mires donde mires, la cortina temblorosa de la atmósfera te engaña.

Otros países tal vez te permiten descubrir sus costumbres, sus tradiciones, su paisaje; Grecia te ofrece algo más duro: el descubrimiento de ti mismo.

Lawrence Durrell: La celda de Próspero. Recuerdos de la isla de Corfú.