Hermann Hesse: El lobo estepario






‒ ¿Desea usted una lección acerca de la reconstrucción de la personalidad?

‒ Sí, se lo suplico.

‒ Entonces tenga la bondad de poner a mi disposición un par de docenas de sus figuras.

‒ ¿De mis figuras...?

‒ Las figuras en las que ha visto usted descomponerse su llamada personalidad. Sin figuras no me es posible jugar.

Luego habló con monotonía, como el hombre que repite un discurso o una lección dicha muchas veces:

‒ Al que ha experimentado la descomposición de su yo, le enseñamos que los trozos pueden acoplarse siempre en el orden que se quiera, y que con ellos se logra una ilimitada diversidad del juego de la vida... Esto es el arte de vivir. Usted mismo puede ya de aquí en adelante seguir conformando y animando, complicando y enriqueciendo a su capricho el juego de su vida. Está en su mano...

 

Hermann Hesse: El lobo estepario.



Foto: Praia do Dragão Vermelho, Caparica, Portugal  © Juan Medina